domingo, 20 de noviembre de 2011

Mujer descalza

estaba descalza
rodeada de copas rotas
me detuve en la puerta
para verla
y no la nombré
para no asustarla

ella seguía ahí
entre trozos de vidrio
ordenando lo que no estaba
con el cigarrillo en la boca
y el pelo suelto
como un campo lluvioso

en la ventana pasa
el Xibi Xibi
y lava una y otra vez
la piedra seca
de su desdicha

a veces abre la ventana
y se deja llevar
por las aguas
sus pies sangrantes
flotan entre las algas


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