sábado, 1 de marzo de 2014
Narrarse en los márgenes
Imaginar a mi madre leyendo mi libro de reminiscencias, En la fragilidad de los días, como un relato ajeno que también le es propio.Las historias de una madre y su hija se entrecruzan como la trama de un tejido en el telar de un tiempo a veces compartido y a veces distante. Intenso, siempre. Más allá de los grises y los blancos. De las sombras y las transparencias. De las ternuras y los sinsabores. Es posible que mi madre corrija en los márgenes mi propia historia para narrar la suya.
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