Mi nieto y yo
levantamos
frágiles barcas
en un mar de plastilina
y pintamos pequeñas olas
de acuarela azul
el tiempo se deslíe
entre los dos
como un suave paisaje
detrás de la ventanilla
de un tren
un tren lento
y humeante
sin pasado ni futuro
que levanta leves colinas
en el aire
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