viernes, 23 de octubre de 2015
Plegaria
*
No me dejes creer.
Déjame amar.
Abre en el mundo
la herida que me abrigue.
........................................Beatriz Vignoli
Dos poemas
*
Mansfield y el tema de "pararse a mirar"
Después paseamos calle abajo.
Del brazo. Hacía calor.
Vos te apantallabas con el catálogo
y repetías: "mirá, mirá"
Y nos parábamos cien años a mirar,
para después seguir nuestro camino.
..........................................................Laura Wittner (Bs.As., 1967)
*
Rojo
¡Vestite de rojo! ¡Arrancá
los limones verdes del árbol!
No quiero
Olvidar lo que soy, lo que ardió en mí
y colgar limpia y lánguida
como un vestido
vacío.
..........................................................Denise Levertov
Sinfonía de agosto
*
Delicia
cuando la bolita
de té
en el fondo transparente
de la jarra
se abre en aromas
y
en flor de crisantemo
amarilla
*
Sabiduría
cuando se riega
por años
un arbolito seco
y al fin
no se niega
al lenguaje de la flor.
..........................................................................................................n.c.
martes, 20 de octubre de 2015
Sinfonía de agosto
*
Alborozo
cuando algo
se abre en el pecho
como una avecilla
chapoteando
en los charcos azules
que deja la lluvia...
*
Ternura
Cuando guardo
tus palabras
como piezas
de un pequeño
puzzle
en mi corazón...
*
Hospitalidad
Cuando me recibes
en tu casa
con la apertura
de la hoja en blanco
a la primer palabra...
nc.
lunes, 19 de octubre de 2015
Breves
*
¿Cómo me vino la escritura? Como un plumón de pájaro sobre mi ventana. Inmediatamente se alzó en el hogar una batalla de ascuas que todavía no ha cesado.
.......................................................................................................René Char
*
Un personaje de Borges que pinta paisajes se da cuenta al final de que ha pintado su propio rostro y así le sucede a quien habla de libros. Pero el todo, ya se sabe, no es la suma de las partes y el retrato completo, también en este caso, es inferior con mucho a los rasgos particulares.
.....................................................................................................Claudio Magris
sábado, 17 de octubre de 2015
El gato que venía del cielo
*
Ayer ha sido un día afortunado, en primer lugar porque salimos a pasear con nuestro nieto Mateo y luego porque di con un libro que busqué por mucho tiempo. Se trata de El gato que venía del cielo del escritor japonés Takashi Hirade (1950). Esta es su primer novela y con ella obtuvo el Premio Kiyana Shohei 2002.
Una pareja que vive en la gran ciudad decide alejarse del ruido y trabajar desde su casa. Para ello eligen una pequeña localidad y en ella una pequeña casa, anexa a una casona; con la particularidad de que sus patios traseros están unidos por un armonioso jardín con árboles y flores. Incluido un olmo centenario.
La novela gira alrededor de una pequeña y frágil historia: un gato, propiedad de unos de los vecinos, comienza a visitar a la pareja y establece con ellos un vínculo hasta adoptarlos como sus dueños.
Esta breve novela de sólo 156 páginas es a priori autobiográfica, ya que su autor deja su trabajo en una importante editorial para dedicarse a la escritura y su esposa, correctora y editora, decide continuar su actividad desde la casa.
Chibi,"tan blanco y pequeño como un pájaro con los ojos bien abiertos", tiene su propia rutina, no abandona a sus primeros amos, pero con la frágil trama de su existencia establece un vínculo entrañable con la joven pareja. Quienes están pendientes de sus visitas. Le dejan un espacio para que pueda entrar y salir a su antojo, le preparan un lugar acogedor para que duerma cuanto quiera. se ocupan de su comida y juegan con él en el hermoso jardín. Ambos, el gato y la pareja, se hacen necesarios como el zorro y el principito de Saint Exupéry.
Este relato, aparentemente simple y lleno de lirismo, deja entrever el vacío de la existencia. La mujer, que lo aguarda a diario, está convencida de que Chibi es un regalo del cielo. Poco a poco, entre sutiles descripciones, la novela se transforma en una reflexión sobre la vida misma. El narrador, que no es otro que el propio Hirade, observa minuciosamente sus hábitos,, su enigmática manera de relacionarse con ellos y escribe acerca de Chibi, este gato que no les pertenece pero que se le ha vuelto necesario.
En la novela hay un gato, que no conoce de fronteras, una vieja casona y una pareja de ancianos, que son sus dueños, y cuidan de ella y del jardín. Una pareja de escritores, que reciben y retribuyen el amor de Chibi, para atenuar el vacío de sus vidas. Un narrador que sabe que la escritura, como Chibi también franquea sin distinciones los límites de la posesión. Hay un jardín y una libélula azul, que gira como una danzarina alada ante la mirada atenta del escritor devenido en jardinero...Y hay más, mucho más...
El mundo, cada pequeño mundo con la singularidad de sus constelaciones, se desvanece en "un incesante fluir de desapariciones" (Paul Auster) : Y con cada ausencia nuestro límites se difuminan. Se borronea el contacto con el otro y retornamos a nuestra primigenia soledad. poco a poco somos testigos de que el mundo, que amamos y nos constituye, va desapareciendo, Se convierte en un largo adiós. En dolorosas pérdidas. Y con cada pérdida vamos deshojándonos...
Mientras leo siento que la narración tiene algo de la melancolía y la fragilidad de Sara Gallardo en su inefable Los galgos, los galgos... No sé la vida tiene esos pasadizos extraños que llevan de una escritura a otra, de una sensibilidad a otra, de un emocionado temblor a otro...
Lírica y profunda, bella y sutil, El gato que venía del cielo "es un libro que sólo disfrutaran los amantes de las cosas pequeñas, los observadores que pueden buscar sin sonrojarse la flor más pequeña del jardín" al decir de Santiago Pallares.
Un libro para leer en una noche. Y amarlo como un tesoro, que nos dice. Y dice acerca de nuestro frágil y falible corazón.
..................................................................................nc
..................................................................................a modo de ofrenda
..................................................................................Córdoba, 28 de septiembre de 2015
Ayer ha sido un día afortunado, en primer lugar porque salimos a pasear con nuestro nieto Mateo y luego porque di con un libro que busqué por mucho tiempo. Se trata de El gato que venía del cielo del escritor japonés Takashi Hirade (1950). Esta es su primer novela y con ella obtuvo el Premio Kiyana Shohei 2002.
Una pareja que vive en la gran ciudad decide alejarse del ruido y trabajar desde su casa. Para ello eligen una pequeña localidad y en ella una pequeña casa, anexa a una casona; con la particularidad de que sus patios traseros están unidos por un armonioso jardín con árboles y flores. Incluido un olmo centenario.
La novela gira alrededor de una pequeña y frágil historia: un gato, propiedad de unos de los vecinos, comienza a visitar a la pareja y establece con ellos un vínculo hasta adoptarlos como sus dueños.
Esta breve novela de sólo 156 páginas es a priori autobiográfica, ya que su autor deja su trabajo en una importante editorial para dedicarse a la escritura y su esposa, correctora y editora, decide continuar su actividad desde la casa.
Chibi,"tan blanco y pequeño como un pájaro con los ojos bien abiertos", tiene su propia rutina, no abandona a sus primeros amos, pero con la frágil trama de su existencia establece un vínculo entrañable con la joven pareja. Quienes están pendientes de sus visitas. Le dejan un espacio para que pueda entrar y salir a su antojo, le preparan un lugar acogedor para que duerma cuanto quiera. se ocupan de su comida y juegan con él en el hermoso jardín. Ambos, el gato y la pareja, se hacen necesarios como el zorro y el principito de Saint Exupéry.
Este relato, aparentemente simple y lleno de lirismo, deja entrever el vacío de la existencia. La mujer, que lo aguarda a diario, está convencida de que Chibi es un regalo del cielo. Poco a poco, entre sutiles descripciones, la novela se transforma en una reflexión sobre la vida misma. El narrador, que no es otro que el propio Hirade, observa minuciosamente sus hábitos,, su enigmática manera de relacionarse con ellos y escribe acerca de Chibi, este gato que no les pertenece pero que se le ha vuelto necesario.
En la novela hay un gato, que no conoce de fronteras, una vieja casona y una pareja de ancianos, que son sus dueños, y cuidan de ella y del jardín. Una pareja de escritores, que reciben y retribuyen el amor de Chibi, para atenuar el vacío de sus vidas. Un narrador que sabe que la escritura, como Chibi también franquea sin distinciones los límites de la posesión. Hay un jardín y una libélula azul, que gira como una danzarina alada ante la mirada atenta del escritor devenido en jardinero...Y hay más, mucho más...
El mundo, cada pequeño mundo con la singularidad de sus constelaciones, se desvanece en "un incesante fluir de desapariciones" (Paul Auster) : Y con cada ausencia nuestro límites se difuminan. Se borronea el contacto con el otro y retornamos a nuestra primigenia soledad. poco a poco somos testigos de que el mundo, que amamos y nos constituye, va desapareciendo, Se convierte en un largo adiós. En dolorosas pérdidas. Y con cada pérdida vamos deshojándonos...
Mientras leo siento que la narración tiene algo de la melancolía y la fragilidad de Sara Gallardo en su inefable Los galgos, los galgos... No sé la vida tiene esos pasadizos extraños que llevan de una escritura a otra, de una sensibilidad a otra, de un emocionado temblor a otro...
Lírica y profunda, bella y sutil, El gato que venía del cielo "es un libro que sólo disfrutaran los amantes de las cosas pequeñas, los observadores que pueden buscar sin sonrojarse la flor más pequeña del jardín" al decir de Santiago Pallares.
Un libro para leer en una noche. Y amarlo como un tesoro, que nos dice. Y dice acerca de nuestro frágil y falible corazón.
..................................................................................nc
..................................................................................a modo de ofrenda
..................................................................................Córdoba, 28 de septiembre de 2015
El viaje
*
Él deseaba que fuera visitarlo a la ciudad donde residía desde hacía tres años. Ella lo había intentado. Había obtenido la visa para el viaje y planificado los mínimos detalles. Él se lo había propuesto dos o tres veces, para no abrumarla, pero haciéndole saber que su deseo permanecía intacto. Ella sonreía y callaba. Algo, no sabían qué, les impedía encontrarse en esa ciudad desconocida y caminar juntos, madre e hijo, tomados del brazo, permitiéndose el asombro y la alegría del asombro. Quizás lo que ambos querían no era el viaje en sí, sino perdurar cada uno en la memoria del otro de esa manera única. Tener recuerdos que les pertenecieran sólo a ellos dos. Porque los viajes no acaban nunca. Continúan en la narración de los viajeros como una melodía interminable...
..................................................................................................para Annie
viernes, 16 de octubre de 2015
Deshojamiento
*
El mundo, cada pequeño mundo con la singularidad de sus constelaciones, se desvanece en un "incesante fluir de desapariciones" y con cada ausencia nuestros límites se difuminan. Se borronea el contacto con el otro y retornamos a nuestra primigenia soledad. Poco a poco somos testigos de que el mundo, que amamos y nos constituye, va desapareciendo. Se convierte en un largo adiós. En dolorosas pérdidas. Y con cada pérdida vamos deshojándonos...
.......................................................................................................nc
Nieve en primavera
*
Es primavera pero nevó en Tucumán. Necesito explicarte que acá me muero de frío. Que el viento te quema hasta la angustia. Que no vengas. Que no vengas nunca. Ni aunque puedas. Ni aunque quieras. Que el lugar que aparté para decir primavera no existe. Que te vayas. Aunque nunca hayas venido. Aunque nunca te quedes. Que no vuelvas. Aunque nunca te hayas ido. Aunque no exista.
................................................................................................................Pablo Romero
martes, 13 de octubre de 2015
Una poesía del futuro
*
La poesía es la realización del estado de infancia que debe permanecer a través de todas la edades del hombre. Y llamo estado de infancia a esa frescura, sensibilidad, disponibilidad, a esa apertura hacia todo lo que aparece, hacia todo lo que parece viejo y es nuevo. Hasta la materia misma puede acceder a lo que llamamos vida, y la poesía es el descubrimiento de la realidad interior de las cosas.
*
La experiencia poética es una percepción, un sentimiento de ciertas zonas de la realidad que el conocimiento racional no abarca. La poesía es fundamentalmente descubrimiento.
*
El poeta es el que ve el sufrimiento de una planta, de un insecto, el drama de la luz, cómo no va a ver el sufrimiento del hombre.
..................................................................................................Juanele Ortiz
..................................................................................................Una poesía del futuro
..................................................................................................Conversaciones con J.L. Ortiz
..................................................................................................Editorial Mansalva
sábado, 10 de octubre de 2015
Breves
*
Creí que llovía, pero es sólo un viento seco y un remolinear de hojas en el viento...
*
Brisa de primavera
y yo aquí
descifrando otoños
*
El rosado infinito
de los lapachos
lavó mis ojos
con la luz primera
¡Qué más he de pedirte
...................primavera...!
jueves, 8 de octubre de 2015
Puentes
*
Puentes,
encendidos y ocultos puentes
que median por sorpresa
entre nuestras intenciones e incertidumbres.
De ellos
nada dicen los libros,
a tientas los buscamos
guiados por nuestras sospechas.
Cuando los encontramos
ya los hemos cruzado.
..............................................................Daniel Chiron
El impenetrable puente
que sostiene lo que vemos
en la escena que no vemos.
.............................................................Emily Dickinson
Travesía
*
Hecha de fragilidad
he intentado cifrar el misterio
y alcanzar el sitial del vuelo
De este lado
y del otro del mundo
he perseguido sin tregua
a ese animal de lo desconocido
He visto las jauría del alba
al alba
tan temprano
He trazado en el agua
un dibujo de mujer
pariéndose a sí misma
Al vértice de la soledad
he abrazado
un animal de transparencias
Arrojada del paraíso
he parido una mujer
de greda y agua
Una hilandera
me habita la mirada
con roca viva
y
la palabra lejanía
teje esta manta
para mi desnudez
martes, 6 de octubre de 2015
Diarios de la noche
................................................................Vengo de la noche como de atravesar un campo minado.
*
Desasosiego
Cuando el viento crea ese extraño desasosiego entre las hojas y los pájaros callan en el refugio de las ramas, algo crece dentro de mí. Una niebla densa que opaca y que sujeta. Entonces no soy yo la que revisita la desdicha, es mi cuerpo. El cuerpo tiene una memoria demencial de la desdicha. Él sabe de aquellos pasadizos estrechos y oscuros. El miedo se vuelve una presencia amenazante. Desmedida, Soy otra vez la niña abandonada en la voracidad del páramo. Los brazos, que se dan y se reciben a sí mismos, una confirmación del abandono. El horizonte está más lejos. Y dios no habita en los detalles.
*
Desgarramiento
En el silencio de la noche, un desgarramiento. Como si una seda preciosa se rompiera. A veces una oscura lamentación. Un dolor que no puede articularse. Sólo el desgarramiento y la sangre preciosa que se pierde en los pliegues de la noche.
*
Mudez
Esta que elige callar. Perderse entre los pliegues de la noche y callar, sabe por qué lo hace. No quiere alentar a los fantasmas, a sus cuerpos informes, a las fosas abiertas de sus bocas...Entonces se deja estar en el columpio de la nada. Insomne. Desmedida. Corola enfebrecida de mudez y desamparo.
Niña aprendiendo a leer
*
Mira esta niña
que está aprendiendo a leer:
extiende los labios, se concentra,
saca una palabra tras otra,
pesca, y la voz hace de cañas,
hila, se flexiona, arranca
raudas letras
altas ahora en el aire
relucientes
bajo el sol de la dicción.
.....................................................Valerio Magrelli
.....................................................Traducción: Marcela Filippi Plaza
domingo, 4 de octubre de 2015
El pasado
*
No tengo una vivencia estática del pasado, como si fuera un lugar de escenas cristalizadas en el tiempo, sino como algo que se mueve conmigo, que cambia y se actualiza según lo que voy pudiendo destilar. No me llama volver al pasado si éste no modifica mi presente y se modifica en él. Creo que todos lo tiempos confluyen en el presente que es donde operamos, vivimos, escribimos..., lo que no sigue sucediendo con nosotros son interpretaciones que inmovilizan nuestras almas.
.............................................................................................................Dolores Etchecopar
viernes, 2 de octubre de 2015
Breves
*
Ausencia
Este sueño, que acabo de soñar y en cuyo borde te hiciste visible, limita con la nada.
.....................................................................................José Ángel Valente
*
Trama
Todas las historias del mundo se tejen con la trama de nuestra propia vida. Lejanas, oscuras, son mundos paralelos; vidas posibles, laboratorios donde se experimenta con las pasiones personales.
.....................................................................................Ricardo Piglia (Formas breves, 2000)
*
Todo lo que es bueno dura el tiempo necesario para ser inolvidable...
......................................................................................Fernado Pessoa
*
Jardín
Tener un jardín, es dejarse tener por él
y su eterno movimiento de partida
[...]
El jardín exige a su jardinera verlo morir
..................................................................................Diana Bellessi
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